He decidido escribir esta entrada para hablaros de mi trabajo. De lo bueno y lo malo que tiene. Actualmente me encuentro, en teoría, en uno de mis momentos más dulces como artista/diseñador/product manager/o lo que quiera sea. A lo largo de mi trayectoria he pasado por muchos sitios, muchos puestos, he diseñado muchos productos de todo tipo. He tenido la inmensa suerte de que mi trabajo haya traspasado fronteras, he aparecido en libros, revistas, he recibido premios, y hasta algún jurado algo loco decidió un día que yo era uno de los 200 mejores artistas digitales del mundo. En estos años he trabajado con mucha gente, muchos equipos, muy distintos entre si. Sé lo que es ganar tan poco dinero, como para que mi sueldo no me diese tan siquiera, para pagarme la gasolina para ir al propio trabajo. He trabajado para grandes marcas, con gente genial y con gente menos genial. Son ya 15 años como profesional, me hago mayor, y a mis 35 empiezo a plantearme nuevos retos, alejados de lo que he hecho hasta ahora.
No sabría decir donde lo escuché o leí, pero leí una frase que decía algo así como que el verdadero talento, si eres verdaderamente bueno en algo, dura alrededor de 10 años. Todos, especialmente la gente creativa, tiene 10 años enormes, donde va a generar y va a dar lo mejor de si. Luego ya viene un periodo, no sé si de decadencia, o de hastío, pero que hace que cueste volver a crear con la misma lucidez. Es algo que en realidad si os fijáis, puede verse en grupos de música, directores de cine, etc. Supongo que algo de razón tiene esa afirmación.
Pero no creo que sea que se acaban las ideas, ni que a uno se le atrofie el cerebro. Quizás es que llega un punto, en el que has llegado a tu nivel más alto, y aunque vayas a ser capaz de mantener ese nivel, las cosas ya no te aportan lo que te aportaban antes. Recuerdo cuando con 16 años comenzaba con el 3d Studio 4 para Ms-Dos, como cada descubrimiento, cada avance que hacía, me provocaba una ilusión y una satisfacción enorme. Cada paso adelante, cada mejora, cada nueva herramienta que conocía, me provocaba alegría y me daba ánimo para seguir. Pero claro, llega un día en que llevas mucho tiempo trabajando y mejorando, y cada vez cuesta más hacer nuevos descubrimientos, te faltan retos. Y entonces comienzas a darte cuenta de que no te satisface del mismo modo, y quizás te comienzas a aburrir.
¿Como no aburrirte? Bueno, lo ideal es trabajar siempre con clientes valientes, que apuesten por la innovación, que se atrevan a arriesgarse, a ir un paso más allá. Procuro siempre escoger esos trabajos, los que suponen un nuevo reto. Si me encargan algo que no sé hacer o nunca he hecho, la motivación puede al miedo. Siempre hay que buscar retos y retarse a uno mismo. Igualmente sucede en una empresa. La realidad es que no siempre vas a hacer lo que más te gusta. Pero si le sabes buscar el lado bueno, hasta el diseño menos motivador puede convertirse en un reto. En mi caso, cuando tengo que diseñar algo que no me gusta o no me atrae, intento buscar nuevas formas de realizar ese trabajo. Si tengo que crear un concepto, digamos en 3d, pues ¿por qué no hacerlo a lápiz, pintarlo en Photoshop, y tratar de darle un aspecto distinto a como lo presentaría en condiciones normales? Es solo un ejemplo, pero a mi me sirve, y he aprendido a disfrutar haciendo hasta la mayor de las mierdas a lo largo de mis 15 años en empresas. Disfrutar, en eso reside el secreto para que salga un buen diseño.
Pero además luego hay mil obstáculos y lamentablemente tu idea inicial cambia y cambia y cambia. A veces mucho, a veces poco y otras veces ni tan siquiera le dirías a tus familiares más cercanos que eso lo has hecho tú, por vergüenza. Y es que por encima del diseñador hay mucha gente, muchas veces opinando y tomando decisiones acerca del diseño. Y lamentablemente, en muchas ocasiones sin los conocimientos ni el criterio necesarios sobre este tema. Si quieres un consejo, acepta todas las críticas y cambios que te quieran hacer, pero solo bajo una premisa: que tengan argumentos realmente de peso. Si tus argumentos son mejores, la respuesta debe de ser "para tú gusto, el mío". Y esa respuesta no es mía, la he aprendido de una compañera que lleva muchos más años que yo en esto.
Pero si aún así no encuentras donde sentirte realmente realizado, haciendo lo que verdaderamente quieres hacer, la única opción es hacerlo por tu cuenta, aunque sea tan sumamente difícil en los tiempos que corren. Busca el público al que quieres dirigirte, y hazlo. Salta.
La creatividad no nace del orden, no nace fichando a las ocho y saliendo a las cinco. No nace frente a un monitor, ni mirando estadísticas, targets o precios. La chispa que activa tu cerebro y que hace nacer una idea, la inspiración, llega trabajando si, pero sobre todo disfrutando. Y eso amigos, no lo entiende casi nadie. Si disfrutas de lo que haces, lo tratas con mimo, con cariño, si sonríes mientras estás creando, si te excita y motiva, entonces vas por el camino correcto. Y da igual si estás trabajando para Tim Burton, o estás haciendo el logo de la mercería (existen aún las mercerías??) de la esquina de tu casa.
Y os hablaría de otras muchas cosas, del trabajo en equipo, de las grandes ideas que caen por el camino para siempre, de mis ganas de comprar una hormigonera de esas que puedes encontrar en Leroy Merlín, para en ella meter las piernas de gente que sobra en este sector, y un domingo tranquilamente echarlos al mar, a una profundidad no inferior a 3 metros. Pero bueno, esta entrada trataba de ser motivadora, incluso trataba de servirme a mi como automotivación, en plan coaching, ese término tan absurdamente de moda. Así que no hablemos de acabar con nadie, y pensemos en como hacer de nuestro trabajo algo mejor, motivador y que valga la pena a pesar de los pesares.
Yo por si acaso un día no encuentro ninguna motivación a esto que hago (cosa aún creo que lejana), ya tengo pensadas otras profesiones. Quiero ser escritor, quiero dirigir cine, ser estrella del rock, asesino a sueldo y quizás un día, jefe de una empresa que de alas a la creatividad más pura y salvaje.
Hasta entonces seguiré luchando.
Estrella del rock de la ilustración.
Creativo en la sombra de Devilishgames.
Product Manager en el mundo del juguete.
Comentarios
De todas formas por lo que conozco a través de tus trabajos, yo creo que si quieres: "ser escritor, dirigir cine, ser estrella del rock, asesino a sueldo y quizás un día, jefe de una empresa que de alas a la creatividad más pura y salvaje". Lo puedes conseguir, todo eso y más :D Eso si, sigue inspirando con tus trabajos a otros dibujantes, artistas... Por lo menos a mi tu trabajo me sigue inspirando :)